Presencia de América Latina Jorge González Camarena

30/9/11

De las representaciones sociales y los inocentes dibujitos animados

Decíamos en un post anterior: Aprendizaje, algunas notas que  un problema central de la enseñanza se refiere a considerar las condiciones que faciliten el encuentro entre los saberes previos de los alumnos y el “saber escolar” o disciplinar. Pero ¿qué tiene esto que ver con los dibujitos animados?
Por un lado, desde la perspectiva psicosocial los conocimientos previos se consideran como el producto de la apropiación de los sujetos de las “respuestas” preexistentes elaboradas socialmente. Ellas provienen de la transmisión de las representaciones que los adultos han producido durante la comunicación en sus prácticas sociales, grupales o institucionales que implican actitudes y valores incidiendo en la constitución de la identidad social de los individuos. Estas representaciones sociales, se consideran que funcionan como obstáculos a su modificación en dirección al “saber” disciplinar. Desde una perspectiva epistemológica constructivista (Castorina y Aisenberg, 1989; Castorina y Lenzi, 2000) se consideran estas nociones previas como derivadas del proceso de interacción cognoscitiva entre el sujeto y los objetos de conocimiento. Estas investigaciones caracterizan los conocimientos previos de los alumnos como un conjunto de hipótesis, nociones y representaciones sociales, que se ponen en juego en el aprendizaje de los contenidos escolares y que funcionan como esquemas asimiladores de dichos contenidos. 


Por otro, los chicos están en contacto con discursos estereotipados y de sesgo machista aún antes de que aprendan a hablar. A esto se refiere Roberto Samar en un artículo que titula El machismo de Mickey en el que propone que "Si le pregunto a un chico quién es Minnie, seguramente me contestará que es la novia de Mickey. Sin embargo, si le pregunto quién es Mickey, el personaje emblemático de la Disney, me dirá algo así como que es un ratón que enfrenta a los malos. En la serie televisiva La casa de Mickey Mouse, el ratón tiene una casa, un perro y una novia. Es decir, Minnie es en función del él. En ese sentido, en las películas y series de Disney, que es una de las mayores empresas de industrias culturales para chicos, circulan discursos que muchas veces naturalizan el rol pasivo de la mujer. (...)Con el paso del tiempo, estos discursos que circulan en la sociedad van incidiendo en la construcción de nuestra subjetividad y naturalizan prácticas machistas que dan sustento a las relaciones de poder. Sin ir más lejos, actualmente, según un relevamiento del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, en el ámbito de la sociedad civil tan sólo el 8,1 por ciento de los cargos de más alta jerarquía corresponde a mujeres"

Entonces y considerando que el sentido de enseñar ciencias sociales en la escuela se centra en la desnaturalización de las ideas sobre el mundo social que los chicos tienen, tendremos que considerar a los inocentes dibujitos animados como un texto a analizar críticamente. Mientras bailamos con ellos ¡por supuesto¡¡